domingo, 30 de noviembre de 2008

Boletín No. 34: Misión Imposible (I)



Los síntomas (pobreza, atrofia social, inestabilidad política, desorden institucional, corrupción, crecimiento demográfico desbordado, ignorancia, prejuicios, inseguridad, destrucción de recursos naturales, contaminación ambiental, improductividad, infelicidad, desesperanza y otros) definen con certeza la condición que nos está destruyendo: Tercermundismo.

La causa es el Darwinismo social y el grupo de caudillos surgidos como consecuencia de este proceso. Estos caudillos tienen como propósito de primer orden, tomar control de todas las instituciones civiles, militares y religiosas supuestamente encargadas de dirigir y coordinar las actividades de desarrollo y bienestar de los habitantes de la Nación. Pero como su objetivo primordial es utilizar dichas instituciones para aprovecharse lo más que puedan de los recursos que ellas manejan, estos habitantes no recibirán los beneficios que de otra manera pudieran haber recibido.

El caudillo se fija metas a corto plazo (para usufructo inmediato) las cuales se suceden unas a otras hasta done las circunstancias lo permitan (otros caudillos más poderosos pudieran tomar su lugar). Para el caudillo de turno, el único futuro y bienestar que cuenta es el suyo propio (y el de sus asociados) por lo que los intereses de la compañía, o del negocio, o de la institución o de la Nación misma, pasan a ocupar un distante segundo plano.

En el caso de una Nación, esta gradualmente deja de existir para irse transformando en una unidad geográfica de límites más o menos definidos, mínima y deficiente organización institucional y una creciente masa de empobrecidos e infelices habitantes atrapados dentro de sus linderos. Mientras haya algo de materia prima que vender, el conglomerado sobrevive pero bajo condiciones cada vez más adversas y precarias.

Sin embargo, generalmente siempre llega un momento en el que las luchas entre caudillos por controlar el poder, se intensifican de tal manera que llegan a dominar por completo la escena territorial (Darfur, Angola, Etiopía, Eritrea, Congo, Chad, Ruanda, Zimbabwe, etc., países todos, escogidos de otro continente). En ese punto solo una enérgica intervención foránea es capaz de desacelerar el torbellino de desafueros y matanzas.

Como se pudo ver en la figura 2 del boletín anterior, las universidades son esa clase de instituciones, impedidas de cumplir con su elevada función para beneficio del país, porque han sido ilegalmente abordadas por el caudillaje de los partidos políticos en funciones. Por lo tanto han perdido su capacidad para producir los dividendos intelectuales que de ellas se esperaría, aun a pesar de los cuantiosos recursos que reciben del estado.

Tres factores introducidos por los caudillos de esta falsa academia, han desarticulado la capacidad fundamental de las universidades como generadoras de conocimientos y de soluciones a los graves problemas del país:

Primero, la pérdida de su autonomía
Segundo, la falta de profesores e investigadores universitarios
Tercero, la masificación y democratización (política de puertas abiertas) de la enseñanza
(Figura 1) (haga click en la figura para ampliar).


Durante mi campaña del 2004, para rector de la UC, analicé estos tres factores (en boletines impresos que personalmente llevé a cada oficina de los docentes de la institución) y propuse soluciones específicas, indicando, con la necesaria taxonomía, los objetivos a lograr. Tenía la esperanza de que aun cuando no resultara electo para el cargo de rector, un número apreciable de colegas se manifestarían a mi favor, en consideración a la gravísima situación por la que atravesamos. Ciertamente no resulté escogido para el cargo, pero peor aún, apenas una fracción del 1% de los votos se manifestó de acuerdo con mis propuestas.

A pesar de todo, el camino es claro y factible (como mostraré enseguida). Pero en mi opinión y basado en lo anterior, enfrentamos una misión imposible.

martes, 25 de noviembre de 2008

Boletín No. 33: El Gran Ciclo del Tercermundismo y su Causa

Se ha dicho muchas veces, especialmente por los políticos de izquierda (radical y moderada), que el éxito económico de los países del primer mundo se ha logrado a expensas de nuestros países y que esa es la causa de nuestro tercermundismo.

Eso es cierto. Sin nuestro subdesarrollo ellos no serían países desarrollados. Lo que también significa que si esos países no fueran desarrollados, nosotros fuéramos países desarrollados o por lo menos no tan pobres ni atrasados. Específicamente, el éxito de los Estados Unidos está ligado en gran medida al atraso de los países tercermundistas. “Al despertar a la consciencia −dice Carlos Rangel− cada latinoamericano se encuentra obligado a explicarse ese contraste (el éxito de Norteamérica y el fracaso de Latinoamérica”).

¿Cuál es entonces el vínculo, entre estos polos, el cual inexorablemente los liga hasta el punto de que el éxito de uno de ellos es el fracaso del otro y viceversa?

El vínculo es la materia prima, que es comprada por los países del primer mundo, a precios de gallina flaca, para ser allí transformada creativamente en productos finales de alto valor, los cuales son revendidos posteriormente, produciendo cuantiosos ingresos económicos, parte de los cuales se utilizan para permitir que su sociedad disfrute de los altos niveles de prosperidad, bienestar y tranquilidad de que hace alarde.

Mientras tanto, la materia prima en cuestión, es originalmente extraída por los países tercermundistas y vendida a precios de gallina flaca, porque estos países no son capaces de hacer ninguna otra cosa con ella. Con el dinerito que recibimos en esas transacciones, compramos para comer. Después nos ajustamos de la mejor manera para vivir, a sabiendas de que no habrá ni bienestar ni prosperidad (Figura 1). (Haga click en imagen)

¿Por qué? Porque como se ha dicho, los países tercermundistas no tienen la capacidad para transformar su materia prima en productos con valor agregado. Por lo tanto hay que venderla cruda. Esto se debe a que el torrente de profesionales y técnicos que nuestras universidades tercermundistas lanzan a la calle todos los años, a un costo muy elevado, no tienen la preparación necesaria para hacerlo. Así de sencillo y trágico es el paradigma del tercermundismo (Figura 2). (Haga click en la imagen)

Tambièn, al observar la Fig. 2, es fàcil determinar donde es que la naciòn entera debe concentrar sus esfuerzos para romper el malèvolo ciclo.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Boletín No. 32: Los Grandes Cómplices de la universidad Tercermundista de los Maldonado Nacional. Segunda Parte

Como se enfatizó previamente, la más importante responsabilidad de las universidades es la formación de los equipos de profesionales y técnicos que necesita la Nación para su desarrollo y progreso (Artículo 3 de la referida Ley.Ver también los Boletines 9 y 10 de este blog). Porque aun cuando el personal de las universidades no pudiera inventar, descubrir, resolver, ni innovar, pero fuera capaz de producir esos equipos de profesionales y técnicos, estos mismos se encargarían de hacerlo y de esa manera habría forma de promover el progreso y desarrollo de la Nación. Pero esa fue una premisa hipotética insostenible porque si el personal de las universidades es incapaz de trabajo creativo (como de hecho lo es) mucho menos podrá producir profesionales y técnicos con dicha capacidad (nuestra realidad).

Por eso es tan crítico y esencial que el estado, en resguardo del bienestar del colectivo, analice el nivel de competencia de los profesionales que producimos y si estos alcanzan un mínimo de requisitos definidos para los dominios cognoscitivo, afectivo y psicomotor, otorgar las correspondientes licencias de ejercicio profesional. En caso contrario, investigar las causas y ayudar a la institución a elevar su nivel académico hasta alcanzar, si factible, la calidad de producto que se necesita.

Esto no tiene nada de novedoso u original: Es una rutina que sistemáticamente se aplica en todos los países desarrollados. Sin embargo, como el estado pudiera no tener, cual es el caso, el personal competente para organizar e implementar esta compleja tarea, siempre tiene la posibilidad de solicitar la ayuda y asesoría de experimentados expertos foráneos en la materia.

El segundo cómplice, quizás el más innoble y sinvergüenza de todos, es la prensa. Cierto que también ellos tienen la excusa de ser producto de la distorsionante influencia de una educación que no fue superior sino inferior y mediocre. Pero no pueden o no deberían estar ajenos a la influencia y ejemplo del impresionante papel rectificador y supervisor de los miembros de la prensa e intelliguentsia de los países del primer mundo. De como mediante diversos medios (revistas, libros, periódicos, radio, televisión, Internet) estos elementos mantienen un constante y profundo escrutinio de las labores de los poderes e instituciones del estado, de sus líderes y políticos, de los poderes económicos del país y de sus instituciones culturales, religiosas y educacionales.

Sin embargo el maldonadismo, astutamente y malversando nuestro presupuesto ha convertido a la uTM en uno de los principales clientes de la prensa local y nacional. Además, descaradamente y a la menor provocación (día del periodista, aniversario del periódico, aniversario de su fundador, día del hijo del periodista, día del reportero gráfico, etc.) la uTM corre a cubrir de galardones, medallas, agasajos, elogiosos reconocimientos y costosos brindis a todos los reporteros y fotógrafos de esos medios. Como de igual manera lo hacen las otras instituciones estadales y fuerzas vivas de la región.

El resultado es una prensa complaciente a su clientela (leer la mediocre y benévola entrevista que con guantes de seda Alfredo Fermín sostiene con dos candidatos a rector de la uTM, en Lectura Dominical, El Carabobeño 12 de octubre de 2008) y dedicada a merodear por allí en busca de mendrugos, reportando trancas, huecos y troneras en las calles, dimes y diretes entre políticos, apagones, rebase de cloacas por el aguacero de ayer, ajuste de cuentas entre malandros y otros infortunios y miserias de nuestro tercermundismo. Esto lo hace día tras día, semana tras semana, año tras año, década tras década. Porque nada mejora, solo empeora. Me pregunto que dirá Juvenal Marcano de todo esto. Pedrito, guarapito en mano, diría que la cosa no es para tanto: No son más que entretenidas anécdotas del folclorismo maldonadista.

Quizás habría que actualizar el Artículo 2 de la Ley de Universidades el cual en su primera línea asegura que “Las Universidades son Instituciones al servicio de la Nación…” para que se lea “La Nación es una comunidad territorial al servicio de las universidades…” que es lo que en la práctica ocurre.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Boletín No. 31: Los Grandes Cómplices de la universidad Tercermundista de los Maldonado Nacional. Primera Parte.

¿Qué es lo que ha mantenido tan estable este sistema por donde a través de su patética historia han pasado quizás dos docenas de rectores, varias docenas de vicerrectores y talvez cuarenta y tantos consejos universitarios, que ha visto más de cien decanos y un mayor número de consejos de facultad e infinidad de directores y consejos de escuela? ¿Porqué seguimos el mismo curso a pesar del evidente colapso institucional, de su patente fracaso académico y de su total incapacidad para cumplir con su misión y finalidad para con el país? (Ley de Universidades, Artículos 1 al 5).

La explicación de este fenómeno, responsable de los horrores del tercermundismo que agobia al país (y países) está en la poderosa red de cómplices internos y externos que esforzadamente encubre y protege a estas instituciones (a nivel nacional y aun continental)

Los cómplices internos somos nosotros los docentes y los alumnos (estos en menor grado en razón de su inmadurez, falta de conocimientos y experiencia… por eso son estudiantes) y las autoridades que elegimos. Ciertamente nuestra complicidad también se mitiga un tanto porque fuimos llamados aquí a sacar una tarea que con mucho sobrepasa nuestra capacidad. Algo así como los conquistadores españoles, en el sentido de ¿Cómo exigirles a estos un comportamiento moral y equitativo para con los indios si la mayoría eran aventureros y exconvictos sin educación ni principios?

El problema realmente consiste en que nosotros, dedicadamente cooperamos con las autoridades en montar un enorme y costoso pero falso escenario de avances y logros académicos. Son falsos porque de no ser así, este país fuera próspero, pujante, exitoso, primermundista. Es un fraude que se aprovecha de la ignorancia e ingenuidad del pueblo. De nuevo cometemos el mismo malévolo abuso de los conquistadores españoles, porque a cambio del tesoro nacional que nos dan, el sufrido pueblo solo recibe de nosotros un puñado de espejitos y papelitos de colores.

Pero son los cómplices externos los que mayor responsabilidad tienen en mantener nuestro fracaso.

El primer cómplice externo es el gobierno mismo, que teniendo la obligación de resguardar el bienestar del colectivo, se ha negado a evaluar (como sistemáticamente se hace en los países desarrollados) los resultados de su inversión en las universidades. No solo debe conocer si las universidades “han estado al servicio de la Nación y si han colaborado en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales” (Artículo 2 de la Ley de Universidades) sino también si han “realizado una función rectora en la educación, la cultura y la ciencia y si, mediante sus actividades de investigación y enseñanza, han creado, asimilado y difundido el saber y si han completado la formación integral iniciada en los ciclos educacionales anteriores” y más importante aun, verificar si han formado “los equipos de profesionales y técnicos que necesita la Nación para su desarrollo y progreso” (Artículo 3 de la misma Ley).

La respuesta es negativa: No hemos cumplido con ninguno de los anteriores mandatos. No solo porque no tenemos la capacidad de hacerlo sino porque nadie nos supervisa ni pide cuentas. Por eso el país constante y tenazmente profundiza su tercermundismo.

Supervisar y pedir cuentas, por parte del gobierno, no atenta contra la autonomía universitaria: Lo exige la misma Ley de Universidades (mediante el Consejo Nacional de Universidades −Artículo 18− que preside el Ministro de Educación−Artículo 19−; ver también Artículo 20, numerales 10 al 14 sobre lo que habría que hacer cuando las universidades incumplen con esta Ley).

Boletìn No. 30: La creaciòn de la Extensiòn Morita (Medicina, Bioanàlisis). Tercera Parte

Mientras tanto Juvenal Marcano y otros reportaban en la prensa como los profesores (que trabajarían en las escuelas de medicina y bioanálisis del nuevo Núcleo La Morita) eran contratados “a diestra y siniestra” mientras las solicitudes eran “aprobadas todos los viernes por el consejo con tan solo la lectura de sus nombres”, sin poner atención a sus características y credenciales. Esto fue justificado alegando la urgencia de la situación por cuanto estos “profesores” tenían que empezar a “dictar clases la semana entrante”.

En cuanto al asunto de la falta de experiencia de estos contratados, las autoridades declararon en su defensa, que la gran mayoría de los profesores de la facultad en Valencia eran “autodidactas y que por lo tanto no veían la razón por la que los de Maracay (Morita) no pudieran proceder de la misma manera”.

También debe tomarse en cuenta −dijeron− que los autodidactas de Valencia habían “dictado varios cursillos de capacitación y transmitido sus vivencias a algunos de los docentes de Maracay, con lo cual estos ya no iban tan desasistidos a enfrentar sus responsabilidades de docencia universitaria”.

Un punto clave de esta historia es ilustrar el proceso general de reclutamiento de docentes que la universidad Tercermundista de los Maldonado ha venido utilizando, desde sus inicios hasta el presente (2008). Fundamentalmente este proceso no ha sufrido cambios significativos (simbólicamente puede hacerse una evaluación de temas entregados priori al candidato para que llegue preparado uno de los cuales debe exponer posteriormente, como clase teórica, frente a un jurado examinador. De antemano se sabe quienes van a ser aprobados y quienes no). Inclusive en la actualidad, como consecuencia de la llegada casi simultánea de la jubilación de la “Generación de los Autodidactas del 76” hay un nuevo apremio y urgencia en contratar personal para reemplazar a los que se han retirado.

Como de costumbre estos nuevos docentes, recién graduados todos, pasan a asumir la totalidad de las responsabilidades que normalmente deben desarrollar los docentes supuestamente más experimentados de la institución. Además del dictado de clases algunos de ellos también cargan con la jefatura de cualquier asignatura donde esto fuere necesario.

Por lo tanto la tradicional noción de que la docencia a nivel universitario es una de las tareas más complejas e importantes dentro de cualquier sociedad civilizada, no existe dentro del pragmático contexto de realidades de la primitiva universidad Tercermundista de los Maldonado (uTM)

Porque se preguntarán, ¿Dónde está la dificultad de dictar unas cuantas clases a la semana?

La única diferencia que existe en cuanto a la estrategia de reclutamiento docente utilizada en el pasado para dar inicio a las escuelas de medicina y bioanálisis de La Morita y la estrategia actual de reclutamiento, consiste en que ahora estamos, tanto en Valencia como en Maracay, recurriendo para ocupar estas plazas a los graduandos mismos de la uTM (nuestros desmejorados clonos) para de esta manera cerrar este ciclo y empezar uno nuevo, en exactamente el mismo lugar en que arrancamos hace más de 30 años.

Boletìn No. 29: La Creaciòn de la Extensiòn Morita (Medicina, Bioanàlisis). Segunda Parte

(Dedicado al temerario PEDRITO, el amigo de José Botello Wilson).

Con el sacrificio expiatorio de Chacón y Cuero ya consumado, las togas académicas de los caudillos Jacobo y Eduardo Divo quedaban, según ellos, limpias de toda salpicadura o mancha que pudiera poner al descubierto su incompetencia e irresponsabilidad, indudables causas del descalabro de lo que algunos ya llamaban “la mal parida” extensión de la Morita.

Pero ahora, aprovechando el desorden causado por las tomas y expulsiones de alumnos y profesores, el dúo acciondemocratista Bolaños/Zahlout echando a un lado a Jacobo Divo (historia que se repitió con el dúo copeyano Ricardo/María Luisa en el 2004 cuando echaron por la borda a Ferreira y Vegas Castejón) sin miramientos asumen el control de la recuperación de la Morita: Las compuertas de acceso a los fondos económicos para compras, contratos, contrataciones, construcciones y otros, clausuradas para la mayoría de las necesidades de ese núcleo, ahora “milagrosamente” se abrieron con amplitud y supuesta generosidad (esos eran los fondos adicionales aprobados por el CNU para la creación y funcionamiento del núcleo pero que en su mayoría fueron redireccionados a favor de las escuelas de la FCS de Valencia. Será parte muy relevante de la historia relacionada con mi nombramiento, en 1982, como Director Encargado del Núcleo).

Sin embargo el propósito de Bolaños y Zahlout (en tándem a pesar de que entre ambos había una muy mala química social) no era académico (nunca lo ha sido) sino político: Dos años más tarde Jacobo Divo saldría derrotado por Alejandro Zahlout−este último masivamente apoyado por la Morita−en su campaña para el cargo de Rector de la universidad Tercermundista de los Maldonado).

En esos días tan terribles para la Morita, al Prof. Witremundo Torrealba, dedicado maldonadista y político de profesión a tiempo completo (además Jefe de la asignatura Parasitología en Valencia), tampoco le estaba yendo muy bien. Acababa de perder, como candidato de izquierda, con apenas 9.3% del total de votos, las elecciones al Consejo de Facultad. Mientras se restañaba las penosas heridas del combate electoral, se dio cuenta de que en La Morita parecía abrirse una nueva oportunidad política (a pesar de que Witremundo se había opuesto ferozmente a la creación del Núcleo La Morita, por tratarse de un proyecto adeco en manos de copei).

De inmediato, un revigorizado Witremundo saltó a la sucia trinchera y en los furiosos intercambios que siguieron, los detalles de la lamentable historia del Núcleo Morita fueron desplegados en la prensa para conocimiento público.

Se dijo que habíamos sido un “aborto académico”, quizás un “parto prematuro” o tan solo un “parido indeseable con muchas complicaciones”. Se descubrieron y publicaron historias realmente trágicas, como la del Prof. Pavía, a toda prisa contratado desde Argentina para substituir a los docentes de anatomía expulsados, pero que cuando este hombre llegó y personalmente conoció las horribles condiciones de la unidad de anatomía (nubes de moscas por todos lados, hacinamiento, temperatura ambiental de 40 ó más grados C, cadáveres mal preservados parcialmente putrefactos) allí mismo se desplomó sufriendo una crisis depresiva de tal gravedad que obligó a su inmediata hospitalización y pasaje de vuelta a su país en menos de 48 horas (posteriormente la entonces llamada PTJ intervino, sacando de los fosos de anatomía, con un grueso gancho y garrucha, una buena cantidad de restos humanos −brazos, torsos, extremidades, cuerpos abiertos, vísceras y otros−) no identificables, despojos humanos que con toda probabilidad Valencia había venido a botar aquí. Fueron metidos en un vehículo especial de ese cuerpo detectivesco y llevados para ser enterrados quien sabe donde.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Boletìn No. 28: La Creaciòn de la Extensiòn Morita (Medicina, Bioanàlisis). Primera Parte

Este boletín lo escribí el 27 de junio de 2004, como candidato a rector de la UC, cuando aun creía en la existencia de algún remanente de dicha universidad, quizás enterrada, pero con signos vitales registrables, bajo los escombros de la masiva y descompuesta universidad Tercermundista de los Maldonado (uTM).

Con toda humildad fue y es de nuevo dedicado a JUVENAL MARCANO, grande liga, cuarto bate, bolígrafo de oro y perenne MVP de nuestro periodismo.
(NECESITADO CON URGENCIA, FAVOR REPORTARSE)

La siguiente historia relacionada con el inicio de la escuela de medicina del Núcleo Aragua, es sorprendente porque confirma que la universidad Tercermundista de los Maldonado (uTM) es muy antigua y que su finalidad, estilo de penetración, dominio y tareas, han sido tan efectivas que en todo ese tiempo no han requerido modificación alguna.

ESCUELA DE MEDICINA Y DE BIOANÁLISIS DE LA MORITA
En 1976 Juvenal Marcano, reportero de El Carabobeño, escribió: “En la Morita las autoridades universitarias han creado el más espectacular foco de marginalidad estudiantil, allí inventaron la aplicación de la anticiencia y de la antidocencia y del arte de hacer las cosas mal, tarde o nunca. El verdadero imperio del empirismo, la ignorancia y la improvisación”.

Ese fue el año (1976) de la gran crisis académica de la Morita. Por mandato del Consejo Nacional de Universidades (CNU, dominado por caudillos adecos en ese momento) el Prof. Jacobo Divo (ficha de Copei) para entonces Vicerrector Académico de la UC, fue el encargado, junto con su hermano Eduardo Divo (tambièn copeyano), de dirigir y supervisar el desarrollo de esa extensión universitaria, la cual el 16 de septiembre de 1974 se había inaugurado con la llegada de 400 jóvenes enviados allí, para de esa manera resolver el problema de la falta de cupo de la saturada y supermasificada escuela de medicina en Valencia.

Sin embargo había un problema, el cual era que aun cuando estas dos escuelas de la Morita (medicina y bioanálisis) existían… era solo como nebulosos residentes en la mente de estos primitivos funcionarios. No había plan alguno, ni detallado ni general, en relación a su creación ni tampoco era una idea que se hubiera venido madurando y desarrollando en el curso de años previos. Se trataba de improvisar dos escuelas profesionales… es decir, sobre la marcha (posteriormente el par de tercios Maldonado y Ferreira (copei y copei) iban a usar como lema de ingreso de los nuevos alumnos de Ciencias Económicas y Sociales: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar” Más apropiado, imposible).

Como era de esperar, las cosas marcharon mal, muy mal… La razón era, claro está, que ni Jacobo Divo (que venía de ser Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud -FCS- y antes, Director de la Escuela de Medicina en Valencia) ni su hermano Eduardo (en ese momento Decano de la FCS) tenían la más mínima idea de lo que es una escuela de medicina, ni mucho menos, por supuesto, lo que había que hacer para crear una. Su modelo y única experiencia era la desastrosa escuela de medicina de Valencia.

La notoria falta de planificación, ausencia de liderazgo académico e incierto futuro de la extensión Morita hizo que los alumnos, después de dos años de falsas promesas, engaños y frustraciones, en protesta y buscando algún tipo de solución, tomaran el Núcleo Aragua (escogido para ser sede de las mentadas escuelas) secuestrando a sus autoridades y después, al no ser recibidos por el Prof. Alejandro Zahlout, Vicerrector Administrativo de la UC (y miembro del partido Acción Democrática−AD−) también procedieron a tomar la galponada que pasa por sede del Rectorado de la Universidad de Carabobo en Valencia.

A todas estas y mientras la toma se desenvolvía, el fogueado Rector Pablo Bolaños (también miembro activo de AD) ya había logrado salir volando a la calle (“Pajarito” Bolaños) por una compuerta secreta, abierta para estos fines, en el galpón noroeste donde tenía su oficina. Menos afortunados fueron los dos vicerrectores los cuales, según refirieron después los estudiantes a la prensa, fueron encontrados escondidos en un cuarto de baño. Ambos fueron sacados del improvisado escondite y después, bajo fuerte presión y a condición de que lo soltaran, el Prof. Jacobo Divo firmó un escrito que los estudiantes redactaron allí mismo y en donde accedía a cumplir con todas las peticiones estudiantiles especificadas en el documento.

Ese incidente del cuarto de baño (vehementemente negado por ambos vicerrectores) fue causa de profunda humillación para el Vicerrector Divo. Esto y el haber accedido a firmar “bajo amenaza” el documento contentivo de las disparatadas demandas de los alumnos, en su mente de alguna manera ridiculizaron y destrozaron en mil pedacitos la imagen de hombre rudo y macho que este caudillo gustaba proyectar a la comunidad ucista.

Inclusive, antes de aceptar entrevistas de prensa, este vicerrector se aseguraba de que los reporteros se comprometieran a no seguir indagando sobre “el bochornoso asunto”.

El lastimado ego de estos caudillos de nuestra academia, clamaba ahora por ejemplar venganza. Esta se produjo con la expedita expulsión de dos docentes de anatomía (los Profesores Chacón y Cuero) y de una docena de líderes estudiantiles. No es posible cuantificar el daño producido por la pérdida de estos dos profesores, no solo por su alta competencia académica, sino porque en el país no había entonces ni hay actualmente, personal capacitado disponible en esa especialidad.

Los Profesores Chacón y Cuero plantearon su caso ante la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (APUC). Claramente la Asociación (Edmee Betancourt y Ricardo Maldonado) tenía que haber salido a la defensa de estos docentes. Si la APUC, como correspondía, se hubiese plantado firmemente y dicho no a la medida, ni Bolaños, ni los Divo hubieran podido hacer nada al respecto. Eso hubiera sido lo correcto, primero porque el ‘delito’ de los Profesores Chacón y Cuero fue el de denunciar una vez más las horríficas condiciones de trabajo bajo las cuales se les exigía desempeñarse (de las cuales yo fui testigo, ver más adelante) y segundo porque ninguno de ellos tuvo nada que ver con la toma del rectorado (actividad que por otra parte Ricardo practicaba con toda impunidad, durante sus años de “postgrado” como caudillo estudiantil. Ver Mis Conversaciones con Pedrito, El Boletìn, Mayo 2006, Vol. 3, No. 25).

Pero Edmee y Ricardo tenían otros intereses que cuidar y promover. Pactar con quien sea, el mismo mandinga si necesario, fue uno de los cursos de ese “postgrado” donde Ricardo, caudillo natural, podía haber dictado cátedra si se lo hubiesen pedido. Por consiguiente, fuera de unas tibias declaraciones de prensa hechas por la APUC para cubrir las apariencias, nada se interpuso a Jacobo Divo en su propósito de expulsar de la uTM a los Profesores Chacón y Cuero.

Boletìn No. 27: El Gran Mito de la Autonomìa Universitaria (I)

El término autonomía aplicado a los seres humanos significa libertad de pensamiento y acción, esta última –libertad de acción– moderada legalmente para preservar el bien común. Sin embargo, cuando se habla de autonomía universitaria se espera y demanda algo más: se espera que el pensamiento y la acción sean creativos.

Debemos estar claros que el pensamiento creativo es totalmente autónomo, por cuanto se trata de una propiedad innata de los seres humanos (no regulable ni legislable) y por lo tanto no puede ser conculcado ni intervenido. Sin embargo la acción (que resulta del pensamiento creativo) si puede ser restringida, por cierto con graves consecuencias para la autonomía universitaria y para el progreso del país: De poca o ninguna utilidad es la existencia de gran productividad de pensamiento creativo (ideas teóricas y prácticas) si su divulgación y/o implementación es impedida o de alguna manera limitada.

De allí que desde el punto de vista legal, la autonomía universitaria es un concepto netamente administrativo y como tal es definida por ese excelente instrumento jurídico que es la Ley de Universidades. Es en el Artículo 9 de dicha ley en donde se especifica que las universidades son autónomas en los siguientes cuatro sectores 1) organizativo, 2) académico, 3) administrativo y 4) económico.

Esto significa que es mediante su organización y sus recursos académicos y administrativos así como mediante la juiciosa y eficiente utilización de sus haberes económicos (los cuatro sectores de su autonomía) que las universidades facilitan la creatividad de su personal pero también y de manera principal, hacen posible la divulgación, promoción e implementación de los productos de ese esfuerzo intelectual. Con esto se cumple parte de la misión de las universidades: impulsar el bienestar social y promover el progreso nacional.

La autonomía en los cuatro sectores definidos en el Artículo 9 de la Ley es también fundamental para que las universidades puedan garantizar que sus graduandos sean profesionales y técnicos del más alto nivel de competencia. La expectativa es que de esa manera las universidades puedan generar el factor humano de calidad que hace posible la gran tarea de impulsar el bienestar social y promover el progreso nacional.

En la práctica sin embargo, las universidades venezolanas (y latinoamericanas) no son autónomas en el sentido del espíritu del Artículo 9 arriba mencionado. Esto se debe a que el caudillaje de los partidos políticos, desde el mismo inicio de cada una de las universidades venezolanas, inescrupulosamente y amparados en la falta de reglamentación apropiada en cuanto a lo que manda el Numeral 3 de dicho Artículo 9 de la Ley de Universidades, el cual concede a estas instituciones el derecho de “elegir y nombrar a sus autoridades y designar a su personal docente, de investigación y administrativo”, tomaron y han venido tomando posesión y control de todos los puestos claves de la administración universitaria.

Fue una tarea fácil porque la creación de todas las universidades del país fue decisión de los partidos políticos puntofijistas y procedió bajo su control. Pero como la noción de academia o el concepto de educación superior es extraño a la mente y entendimiento de estos caudillos, las instituciones que emergieron mostraron las profundas cicatrices y graves limitaciones resultantes de los asombrosos actos de irresponsabilidad e improvisación de sus planificadores: Todas estas instituciones fueron fundadas en ausencia de personal universitario preparado para afrontar las tareas de docencia e investigación de nivel superior y casi sin excepción, en todas se empezó a ‘dictar clase’ aun en ausencia de edificaciones y entornos apropiados (ver más adelante la dramática aplicación de esta estrategia en la creación de la extensión universitaria en La Morita, Maracay, Estado Aragua).

Galpones, edificios viejos, y estructuras abandonadas insertadas en insalubres y peligrosas barriadas, conformaron los espacios donde se inauguraron estas instituciones, la gran mayoría de las cuales, declaradas entonces como meramente provisionales (caso de la Universidad de Carabobo −ahora uTM−) siguen todavía, después de 50 años o más, sirviendo como sedes de destartaladas facultades y desvencijadas escuelas.

Pero había que empezar, perentoriamente, aun el lunes que viene, a dictar clase y por lo tanto, esta misma semana hay que contratar al personal dictante. La forma como esto se llevó y lleva a cabo todavía, se ilustra perfectamente tomando como ejemplo los eventos relacionados con la creación, en 1976, de la extensión académica de La Morita (medicina, bioanálisis) y de los cuales sirvo como testigo presencial (ver siguiente boletín)

jueves, 6 de noviembre de 2008

Boletìn No. 26: La Asombrosa Clase Teòrica.

La Clase Teórica (CT) es una entidad única, sin igual, ubicada dentro su propio nicho en la periferia del cavernoso entorno de la uTM. La CT es en realidad el Quark de la uTM, es decir su partícula constitutiva más elemental e indispensable dentro del gran parapeto de la “la academia utemecista”.

A pesar de su carácter elemental, La Clase Teórica posee dos subcomponentes: el dictante y el apuntante los cuales conforman una dicotomía inseparable. Esto significa que ninguno de estos subcomponentes es descentralizable: Si descentralizamos al dictante, los apuntantes pierden la fuente de sus apuntes. Si descentralizamos a los apuntantes, el dictante no tendrá quién tome apuntes (los teóricos utemecistas prefieren utilizar el término “desconcentrar” en lugar del verbo transitivo “descentralizar”, favorito del populacho).

La importancia capital de lo anterior es que ante la ocurrencia de cualquiera de estos dos eventos, la Clase Teórica desaparecería y con esto la universidad Tercermundista de los Maldonado implosionaría instantáneamente decayendo al subnivel cero masa. La investigación (entre comillas) y la extensión y servicios (también entre comillas) solo están pintadas en la pared por lo que no influyen en el resultado. Este evento (la implosión de la uTM) procedería silenciosamente y nadie repararía de su ocurrencia de no ser porque se vería acompañada de la liberación de una considerable cantidad de energía entrópica, energía que la uTM ha venido acumulando desde su fundación. La liberación de esta energía se manifestaría bajo la forma de una gigantesca oleada de calor.

La clase teórica (CT) tiene cuatro importantes propiedades:

La primera es su extraordinaria economía, tanto monetaria (solo tiza y pizarrón) como de tiempo (hace del cabalgamiento de horarios una ineludible necesidad).

La segunda es la de que en virtud de la descentralización y autonomía, la clase teórica no busca ni necesita integración temática ni continuidad con las CT de los otros dictantes, aun aquellos adscritos a una misma asignatura y por supuesto mucho menos con los que flotan por fuera de ella. Esto facilita grandemente la labor de los cabalgantes.

La tercera notable propiedad de la clase teórica, por cierto la más aclamada dentro del clan utemecista (dictantes y apuntantes) es la de hacer obsoleto el libro de texto como herramienta de estudio. Porque, ¿Quién necesita libros de texto cuando los apuntes bastan y sobran?

La cuarta propiedad es indudablemente la que más dividendos le ha producido a la UTM: La clase teórica y los apuntes que genera han permitido obviar la inconveniente y por demás costosa condición de que el personal docente y de investigación tenga por necesidad que poseer, como ocurre en los países desarrollados, un doctorado o un Ph.D. como requisito mínimo de ingreso. Entre nosotros es diferente: ¿Licenciado en farmacia? El lunes empieza dictando digitálicos; ¿Abogado? Mañana entra dictando derecho penal, relaciones internacionales, etc. ¿Licenciado en biología o bioanalista? Dicta clases en histología, fisiología, anatomía y otras; ¿Médico de la Morita? Puede dictar en semiología, cualquiera de las clínicas, fisiopatología, lo que sea; Licenciado en administración, odontólogo, químico, ingeniero, veterinario, etc., aquí está la tiza: hay un aula esperando por sus dictados. ¿Qué ya se jubiló? No problem: Postgrado lo necesita… ¡now! ¿Que solo tiene diploma de bachiller? ¡Adelante, aquì le damos la oportunidad de dictar, coordinar y hasta ser representante gremial o de cuerpo colegiado! ¿Ya entrò y aspira a rector, vicerrector o secretario pero no tiene doctorado como exige la Ley de Universidades? Tampoco importa porque ningùn rector, vicerrector o secretario de la uTM, en toda su historia, ha cumplido con ese requisito.

La esencia del asunto es que aquì todo es posible y ademàs, ¡Cualquiera puede dictar clase!

Con razón entonces que el profe Ricardo Maldonado, en una de las últimas graduaciones multitudinarias que presidió como rector de la uTM, orgulloso afirmó haber dado entrada a 600 nuevos profesores (El Carabobeño, 15 de septiembre de 2004) y para no quedarse atrás, la profe Jessy Divo, VR académico del ente, también repleta de orgullo académico afirmó este año (2008) como parte del balance de su gestión, haber ingresado a más de 650 nuevos profesores para las siete facultades, “un verdadero logro en comparación con las otras universidades –afirmó Jessy- fruto de un intenso trabajo y de audacia en la búsqueda de los recursos” (Lectura Dominical, El Carabobeño, 12 de octubre de 2008). La esencia del asunto es la siguiente: ¡Un mil trescientos cincuenta nuevos votos para el maldonadismo!

domingo, 2 de noviembre de 2008

Boletìn No. 25: La Universidad Tercermundista de los Maldonado (uTM)



La universidad Tercermundista de los Maldonado (uTM) es un conglomerado político de intereses netamente materiales cuya finalidad es retener a toda costa el poder institucional, para de esa manera garantizarle a la vieja cúpula de caudillos partidistas, los privilegios y disfrutes económicos propios de los altos cargos ejecutivos del ente, pero también de numerosos otros cargos y privilegios menores adjudicados a unos cuantos cientos de sus más fervorosos adeptos. Para dar cumplimiento a esto, la uTM astutamente usurpó la personería jurídica de lo que la ley reconoce (en el papel) como la Universidad de Carabobo, obteniendo así la investidura de “entidad académica de educación superior”.
(haga click en la figura)

Bajo esta falsa cubierta y pretensión y a objeto de dar cumplimiento a su finalidad la uTM reclama y obtiene un gigantesco presupuesto proveniente, en su casi totalidad, de los fondos de la nación.

Operacionalmente lo más importante de la uTM es que no tiene objetivos, solo tareas políticas. Estas tareas están encaminadas a una sola y perentoria finalidad: Sin reparar en cuanto a los medios a utilizar o gastos a incurrir, la cúpula utemecista deberá controlar y mantener el poder dentro de la uTM (principio fundamental del Darwinismo social aplicado a una situación específica).

Sin embargo, en virtud de su alegato de ser “una institución de educación superior”, la uTM también tiene que urdir un frontispicio justificativo de tan incómodo apelativo. Las tareas relacionadas con esta última finalidad encuentran su expresión en el árido e indimensionable territorio que ellos llaman la “academia utemecista”, la cual no es otra cosa que el conjunto de disparatadas e inconexas actividades de bajo perfil de complejidad desplegadas por el gran cinturón periférico académico-administrativo del ente.

Este cinturón, convenientemente dispuesto alrededor de la cúpula ejecutiva, posee muy poca masa inercial, es decir, su impacto en la solución de los problemas del entorno social es imperceptible. En gran medida esto es consecuencia de la mencionada definición operacional de la uTM.

Pero lo que de verdad pone a levitar a la academia utemecista es el hecho de que la organización de sus acciones es regida por el gran principio maldonadista de la descentralización de facto. Esta consiste en dejar que las facultades e institutos hagan o no hagan o digan que hacen sin hacer, según como les parezca, y de la misma manera dentro de las facultades con relación a sus escuelas y dentro de estas con relación a sus departamentos y más periféricamente aun, con las asignaturas y todavía más allá de estas últimas, las tareas didácticas entregadas al personal, siendo que allí es donde se alcanza el elemento orbitante más lejano, descentralizado y final del sistema: la venerada, útil e insustituible clase teórica (analizada en la siguiente entrega).

sábado, 1 de noviembre de 2008

Boletìn No. 24: Premisas y Definiciones del Blog

Mutismo Intelectual Latinoamericano
Latinoamérica ha sido un continente silencioso en lo científico y humanístico. En los últimos 516 años desde Cristóbal Colón, Latinoamérica no ha hecho ninguna contribución significativa en lo científico, tecnológico o cultural. Si partimos de la aceptada premisa de que en la especie humana no hay razas superiores a otras y, por lo tanto, todos estos grupos o conglomerados tienen el mismo potencial de desarrollo, supervivencia y éxito social (Boletines No. 12), entonces resulta que la causa de la incapacidad de nuestros profesionales y técnicos tiene que deberse a una falla masiva del sistema educativo. Especialmente en las universidades, (como la universidad Tercermundista de los Maldonado) todas las cuales disfuncionan de acuerdo a la ortodoxia operativa conocida como maldonadismo (Boletines No. 9).

Universidad Tercermundista de los Maldonado (uTM)
(Ver más adelante, Boletín No. 25)

Maldonadismo
El maldonadismo es una estrategia puntofijista practicada por una cofradía de politiqueros entogados, cuya herramienta fundamental es la universidad Tercermundista de los Maldonado y cuyo propósito supremo es retener, controlar y disponer, para el beneficio de los miembros de la cofradía, el enorme presupuesto legalmente asignado a la difunta Universidad de Carabobo. Esta estrategia no fue creada por los Maldonado sino que es consecuencia del proceso conocido como Darwinismo social, el cual proceso tiene un origen antiquísimo (Boletines No. 10).

Darwinismo Social
El Darwinismo social es un proceso degenerativo y destructor que funciona de acuerdo al principio de que el fin justifica los medios. En esta modalidad de acción, nada puede detener la prosecución del fin perseguido (ni las leyes, ni los principios éticos, morales o religiosos, ni la salud de la patria, ni la amistad ni los vínculos familiares por cercanos que estos sean, nada). El fin perseguido es siempre la conquista, retención y uso del poder y de los bienes materiales asociados, para beneficio de un pequeño grupo de individuos, uno de los cuales (el más inescrupuloso) es el “caudillo” (Boletines No. 11). Toda comunidad, estado o continente donde el Darwinismo social siente sus reales, cae en ese estado de desorden, letargia intelectual y decadencia social que es la marca de fábrica del tercermundismo (Latinoamérica, África) (Boletines No. 12).

[Bajo esta premisa, la universidad Tercermundista de los Maldonado es el paradigma del darwinismo social dentro de la academia tercermundista y Ricardo Maldonado, dos veces su máximo dirigente, el poster boy del caudillismo de dicha academia]

BoletînNo. 23: Resumen del Blog "Universidad Tercermundista" (II)

Sabemos que Venezuela es, a pesar de su descomunal riqueza natural (petróleo), un país tercermundista y lo es debido a la 'infuncionalidad' de los organismos fundamentales del estado, de su sistema jurídico, económico y administrativo y de las graves deficiencias del sistema educativo (especialmente la llamada educación superior). No existe otra explicación posible: esta masiva infuncionalidad es la causa única de la pobreza económica y cultural, del sufrimiento e insatisfacción general y de la situación de enajenación y agitación social crónica que caracteriza al país actual. En realidad toda Latinoamérica sufre el pesado yugo del tercermundismo bajo la corrupta e incompetente tutela de sus caudillos.

Porque mediante el mecanismo del darwinismo social, alimañas de toda catadura, calibre, nivel de inescrupulosidad, inmoralidad e incapacidad administrativa (los caudillos) surgen abrumadoramente para tomar los puestos claves de una nación. De esta manera, el empuje hacia niveles cada vez más bajos dentro del abismo tercermundista es inevitable.

Más grave aún: En ningún momento de nuestra historia hemos experimentado una época o período político, por breve que este haya sido, del cual pudiéramos decir, recordar, o haber conocido de su existencia mediante la lectura de viejos documentos, que el país haya sido próspero o pasablemente próspero o que la ciudadanía se haya sentido satisfecha, aun cuando solo fuese medianamente. Pasado, presente y, muy probablemente también, futuro.

Esta condición tercermundista tiene antecedentes históricos: Por razones de simplificación diré que se inicia en la época de la colonia, se consolida durante las guerras de la independencia y surge incontenible tras la derrota de España. Está estrechamente ligada a los tres siglos de coloniaje español, caracterizados por el trato brutal y la despiadada explotación e inhumanidad para con los nativos del continente, situación que habría de marcar uno de los episodios más crueles y vergonzosos en la historia de la humanidad:

En menos de 90 años (desde 1519 a 1605) la población indígena del virreinato de Nueva España, pasó de 25 millones de individuos a tan solo un millón. Veinticuatro millones de seres humanos fueron borrados de la faz de la tierra, víctimas de epidemias traídas de Europa pero también consecuencia del régimen de violencia, exceso de trabajo y deficiente alimentación. El resultado tenía que ser desnutrición y muerte y, con el tiempo, hasta pérdida del deseo de vivir en los pocos que iban quedando (Enciclopaedia Britannica, 15th Edition 1990, Macropedia, Vol. 22, p. 822).

Esto ocurrió así porque los virreinatos estaban diseñados con el casi exclusivo propósito de explotar al máximo y a como diera lugar, los recursos físicos y humanos de sus territorios. De esta manera, con aprobación de la corona (porque los beneficios extraídos iban a las arcas de la corte real española) aparecen las infames encomiendas y los obrajes, encubiertos sistemas para esclavizar, torturar y hasta asesinar impunemente a los nativos (indios, negros, mestizos).

Bajo este sistema ni pensar en que los amos del imperio español iban a estar interesados en educar a los esclavos. Por lo tanto, a la caída de los virreinatos y salida de los españoles, los pocos líderes del momento se encontraron con que el pueblo distaba mucho de estar preparado para asumir responsabilidades de gobierno. En América del Sur Simón Bolívar y José de San Martín, separadamente, vieron y comprendieron el inminente peligro, e hicieron todo lo posible por evitarlo. El plan de estos héroes era lo único que talvez hubiera podido cambiar nuestro terrible destino. Pero en medio del estruendo de la orgía caudillista que siguió, sus voces quedaron apagadas para siempre (Boletines No. 13 al 17).

El Darwinismo social y su más depurado elemento, el caudillo, asume ahora el protagonismo de lo que será la deprimente historia latinoamericana: semejante a una gigantesca marabunta humana los caudillos y sus huestes avanzaron incontenibles por todo el territorio, devorando, dividiendo y destruyendo cuanto encontraban a su paso, desde el extremo sur del continente hasta el extenso territorio de lo que en el norte era el Virreinato de Nueva España. En México, la más desarrollada región de dicho virreinato, los mexicanos no la vieron venir y la hecatombe nacional que siguió al grito del heroico cura Hidalgo, primer mártir de la independencia, fue inaudita, difícil de creer (vale la pena leer los boletines 18 al 20).

Claramente nuestros países no tenían los elementos humanos capacitados y de alto nivel que la administración de los mismos requería, ni siquiera lo mínimo como para mantener funcionando los viejos estamentos de la colonia. Pero lo que ocurrió en México por efecto del caudillaje, casi no puede creerse. De todas maneras hay que tener presente que la era de los caudillos aun no termina.